La medida de fuerza afectará al sector privado sanitario. En el cese de tareas participará el personal de enfermería y asistencia, mientras que los profesionales de la medicina se abstuvieron.
A partir de la medianoche de este jueves, comenzó el paro de sanidad que fue anunciado por la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA), como respuesta ante la falta de aumentos salariales. “Nuestros ingresos han alcanzado un intolerable deterioro que debe ser actualizado de forma inmediata”, reclamaron al indicar que solo estarán habilitadas las guardias y servicios de emergencia. La medida de fuerza alcanza a personal de enfermería y de asistencia, excluidos los profesionales de la medicina.
Luego de que reclamaran por un acuerdo con las cámaras empresariales, el sindicato de sanidad ratificó la decisión de frenar las tareas por 24 horas durante la jornada del 22 de febrero. “Los trabajadores de la Sanidad del Sector Asistencial de todo el país iniciamos un Plan de Lucha para alcanzar la recomposición de los salarios de cada uno de los Convenios Colectivos”, sostuvieron en un comunicado oficial publicado desde la red social X.
La medida afectará a varias actividades del sector privado, entre las cuales se incluirán a las clínicas, sanitarios, hospitales particulares, instituciones mutuales, institutos médicos de diagnóstico, de análisis clínicos, de consultorios médicos, de clínicas psiquiátricas, geriátricos, emergencias médicas e internación domiciliaria. Sin embargo, los representantes gremiales aclararon que “se cubrirán las guardias mínimas y se atenderán de forma exclusiva las emergencias”.
“Llevaremos adelante todas las acciones gremiales necesarias para la recomposición salarial de nuestros compañeros de Sanidad”, apuntó el cotitular de la CGT y dirigente del sindicato de Sanidad, Héctor Daer, a través de una publicación en su perfil personal de X. Asimismo, el referente gremialista reclamó que no tuvieron respuestas por parte del Gobierno.
De la misma manera, los empleados realizarán manifestaciones en los halls y puertas de ingreso de los centros asistenciales. “Nuestros ingresos han alcanzado un intolerable deterioro que debe ser actualizado en forma inmediata. Lo hemos dicho hasta el cansancio: sin salarios, no hay salud”, remarcaron.
En este sentido, la unión de trabajadores sanitarios aseguró: “Todavía no hemos podido cerrar la actualización salarial del año 2023 y los índices de inflación registrados en enero pulverizaron definitivamente el poder de compra de los salarios de toda la actividad”, en referencia a que el primer mes del año registró un aumento del 20,6%, según los datos del Indec.
De igual forma, reconocieron haber participado de varias reuniones que tuvieron lugar en las oficinas de la Secretaría del Trabajo y otras que se celebraron de manera privada, pero los intentos no prosperaron.
En sintonía con lo expuesto por el sindicato, el delegado general del Hospital Italiano, César Latorre, confirmó que los empleados de la institución adherirán a la huelga. Según la información proporcionada por Télam, comunicó que a lo largo de la jornada se realizarán asambleas generales, debido a que “las prepagas continúan aumentando las tarifas y congelando los salarios”.
Sin embargo, no fueron los únicos frentes a los que tendrá que enfrentarse la gestión encabezada por el presidente Javier Milei, puesto a que los cuatro gremios docentes nacionales de la CGT (UDA, CEA, AMET y SADOP) planean parar el próximo lunes 26 de febrero, el mismo día que deberían comenzar las clases en varias jurisdicciones del país.
“Si no hay paritaria se inicia un fuerte proceso de acción que indudablemente nos va a obligar a ir al paro”, explicó la secretaria general de SADOP, Marina Jaureguiberry, al indicar que todo dependerá de que el Gobierno convoque a una reunión para debatir que el objetivo del reclamo apuntará a que se actualice el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid) en todo el país.
Fuente: Infobae