Cae la expectativa sobre una baja de tasas rápida por parte de la Fed tras el dato de inflación en Estados Unidos, que fue peor al esperado, aunque mejor que el de diciembre.
La inflación en Estados Unidos mostró una baja en enero, pero menor a la esperada. Así lo reflejan los datos oficiales divulgados este martes 13 de febrero. El dato decepcionó al mercado, que apostaba por una caída mayor en uno de los datos clave de la economía para la Casa Blanca.
Así, la inflación a 12 meses de enero se ubicó en el 3,1%, frente al 3,4% en la medición de diciembre, informó el Departamento de Trabajo de Estados Unidos. El dato en sí no es malo, pero los analistas apuntaban a un aumento inferior del IPC, de alrededor del 2,9%, según el consenso reunido por el sitio especializado Market Watch.
El gobierno intenta convencer a los estadounidenses de que los aumentos de precios se contienen. “En momentos en que el crecimiento y el empleo se mantienen fuertes, la inflación cayó dos tercios desde su pico”, remarcó el presidente Joe Biden en una declaración, en la que reiteró que “aún queda trabajo por hacer para bajar los precios”.
Inflación en Estados Unidos: la lectura del mercado
Sin embargo, la moderación paulatina de la inflación no se traslada rápidamente a las estanterías de los supermercados y Wall Street reaccionó negativamente a los datos del IPC, ya que registra fuertes pérdidas en la jornada.
Es que la inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles de alimentación y energía y es un dato clave para los mercados, se mantuvo en 3,9% en 12 meses.
Lo cierto es que el IPC se moderó desde un máximo de 9,1% a 12 meses en junio de 2022, y se encamina hacia la meta de 2% anual, una buena noticia para la Reserva Federal (Fed, banco central). Luego de años de tasas bajas, el banco central estadounidense subió con fuerza sus tipos de interés de referencia en un intento por enfriar la economía.
Lo que viene para la inflación y las tasas
Las tasas se ubican ahora en máximos en más de dos años, en niveles de 5,25-5,50%, y la expectativa del mercado y de la propia Fed es comenzar a recortarlas este año dado que, cuando están tasas altas, se encarece el crédito y con ello desalientan el consumo y la inversión, bajando así la presión sobre los precios.
Los datos de inflación mostraron que los precios aumentaron 0,3% entre diciembre y enero, por encima de la variación registrada entre noviembre y diciembre (0,2%), indicó el Departamento de Trabajo.
Rubros como vivienda, cuidados personales y alimentación aumentaron de precio en la medición mes a mes, en tanto el costo de la energía bajó.
“Las últimas cifras, que muestran una reaceleración” del ritmo inflacionario, “especialmente en las lecturas a tres y seis meses (…), respaldan la visión de la Fed de que los recortes de tasas no son inminentes”, observó Rubeela Farooqi, economista jefe de High Frequency Economics.
Qué dice la Fed
“Los directivos (del banco central) permanecerán pacientes a medida que se acercan decisiones de política” monetaria, añadió en una nota de análisis.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, “indicó que (el organismo) quiere ver una serie de mediciones con baja inflación, antes de flexibilizar su política” de tasas, dijo a la AFP Oren Klachkin, de Nationwide.
El banco central estadounidense considera prioritario otro índice de inflación, el PCE, cuyos datos se conocerán el 29 de febrero.
En diciembre, el índice PCE se mantuvo estable en 2,6% en la medición interanual. Pero la inflación subyacente marcó 2,9%, su nivel más bajo en casi tres años.
Fuente: Ámbito